Noche de Reyes

Los niños del colegio están entusiasmados porque elaborarán su carta para los reyes magos. 

Salen de ver una película, donde aprendieron que lo más valioso e importante para estos sabios es que los niños elaboren la cartita con sus propias palabras y sentires; con dibujos hechos por ellos mismos.

Durante el recreo, cada grupo de amigos comparte sus deseos y preferencias de juegos.

Frida desde su lugar, los observa y escucha. No opina, ella solo añora que llegue la noche porque recibirá aquella muñeca de cuando su mamá era niña, la que abrazaba en la foto familiar. Sabe que el secreto está en la carta dentro de su zapato, pero no en cualquiera esta vez la colocó en el primero que tuvo. 

De madrugada con un poco de dificultad Frida se levanta de la cama. Con tranquilidad abre su obsequio.

Al tenerla entre sus manos, se sienta en la mecedora para arrullar a su muñeca y desde ahí contempla la foto de su madre. 

Sus arrugas se suavizan mientras acaricia aquel recuerdo, cierra los ojos y contempla cómo su madre se acerca para compartir un chocolate y enseñarle el muñeco de porcelana que sacó en la rosca. 

Maru Márquez


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