Somos Pasado
Elvira Sastre
Elena no puede conciliar el sueño. En la cama, con
la luz apagada, realiza varios movimientos: vuelta a la derecha... boca arriba;
luego piensa: “¿Cómo conciliarlo?”. No se le olvida la plática previa, le queda
claro que ya no hay más que agregar, porque los verbos están agotados, los
adjetivos anulados y las palabras, ya no hay palabras porque enmudecieron.
Su corazón se resiste a que Andrés sea parte de su
pasado, aunque su ausencia tiene mucho tiempo. La confunde sentirlo en el
presente, aún percibe su perfume y cada cosa de este espacio que mira y toca le
recuerda ese tiempo perdido y añorado.
¡Tiene sueño! ¡Está muy cansada! Sigue
moviéndose en su cama ahora con una vuelta a la izquierda y toca el cuerpo de
Andrés, lo siente cálido, sigue dormido. Elena no olvida que hace poco lo
consideraba el amor de su vida. Él despierta y con su brazo derecho la envuelve
y le dice: "Duérmete, mi amor, que mañana será otro día".
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Eva Monroy |
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