El experimento de Tlaloquito


Lucha Bañuelos 

El experimento salió mal otra vez. Eran las tres de la madrugada y escuché ese grito desesperado. Provenía de lo más profundo de la noche. Ellos habían salido nuevamente a inyectar a las nubes: querían hacer llover. Tlaloquito inventó una fórmula con acetona y yoduro de plata, que bajo ciertas condiciones de estos y otros elementos que no decía para no revelar su secreto, podían provocar la lluvia.

Los acompañamos al desierto para intentarlo una y otra vez. El problema es que se necesitaba por lo menos una nube de cierta densidad y medidas. Después de días de espera, apareció una que aunque muy raquítica y huidiza, decidieron cazarla con el desvencijado helicóptero e inyectarle la fórmula. Esta vez sí salió el experimento y llovió a cantaros. El agua no faltaría nunca más en el planeta, mientras viva Tlaloquito, único poseedor de la fórmula que él ha inventado. 

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