Cuando toca dragón, toca dragón.
Hola… ¡shhh! No hagan ruido.
La oscuridad exalta esos ojos
de fuego inquietantes y tenebrosos, le causan pánico, su corazón acelerado lo
siente hasta la garganta. Su tamaño del monstruo es colosal, no alcanza a ver
los límites. Sus escamas negras y esmaltadas son tan filosas que cortan la
vista. Sus garras y sus alas acompañan los movimientos tan determinados a no
dejarla a ir.
Siente frio de ansiedad, del
temor de no saber qué sucederá. El camino, solo es un túnel cavernoso con
escaleras que suben y bajan. ¿Y la salida? ¿Cuál es la salida?
Pierde el rumbo al huir desesperada.
No sabe cómo, pero puede ver su sombra en la obscuridad. A cada paso escucha
una pisada ensordecedora que viene tras de ella. Sus piernas desfallecen.
Alcanza el camino de salida, ahora es plano con pequeñas piedras que entorpecen
su escape.
Sin embargo, en su espalda
siente el respirar de la bestia. Le susurra dejando el eco espeluznante en sus
oídos. “No podrás escapaaarrr”. Entonces resbala y cae al suelo. El dolor
intenso y profundo en el tobillo fue inmediato. Grita angustiada, la tiene. Se
arrastra sentada y de espaldas mientras su miedo más grande está enfrente.
Lagrimas comenzaron a brotar. Cubre su cara para protegerse.
-¡Corte!¡Corte!¡NO!¡NO!¡NO!... ¿Cuántas veces te lo he dicho? La historia se trata de enfrentar al dragón. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no quieres hacerlo? –Manoteo enérgicamente el director, harto de no poder pasar a la siguiente escena.
-No lo sé (bajo la cabeza apenada y todavía afectada) Me supera.
El director suspira
profundamente, se acerca a la actriz, la mira con ternura, sabe el camino a
recorrer y se dirige a ella con paciencia.
-Llevo muchísimo tiempo siendo
testigo de lo que implica grabar una misma escena varias veces. Y he visto
hasta el cansancio que el actor se empeña en hacer el papel que no le funciona,
ni al personaje, ni a la historia. Entonces pregunto: “ ¿Por qué no lo sueltan?
¿Por qué no solo cambian el actor que están siendo?”- La mirada de la chica
dejo ver que había captado su atención de inmediato.
- ¿Qué actriz te gustaría ser?
¿Cuál actriz crees que se necesite para esta historia? No me respondas-. La
detuvo con la mano. Cada palabra se clavaba en el punto exacto, cada pregunta
resonaba poderosamente en su interior. – Quizá cambiar de perspectiva pueda
resultarte una gran sorpresa. No esperes más. -
Ella no supo del tiempo, solo
de pronto se reconocía más ligera. Mira al director con determinación. Algo en
su rostro ha cambiado. Se percibe cada vez más, como una llama que acaba de
encender. El director sin más se aleja.
¡Volvamos a empezar!- Una
escena más. ¡Listooos!... ¡Luces! ¡Cámara!¡Acción!
Isis Mendoza |
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